A simple vista, todas las deudas parecen ser malas. Pero no es así, estas pueden catalogarse en buenas y malas, todo depende de la utilidad que cada una ofrece dentro de tus finanzas. A continuación te explicamos los tilos de deudas y las diferencias entre las deudas buenas y las deudas malas, para que así puedas identificarlas y clasificarlas evitando caer en deudas que perjudicarán tu economía.
Muy pocas personas reconocen la importancia de tener un control sobre sus finanzas; existen decisiones en la adquisición de deudas, que en ocasiones y sin darse cuenta afectan directamente su economía.
Adquirir deudas no es malo, por el contrario, puede convertirse en un apoyo temporal a tu economía que ayude a estabilizarla. Pero tomar malas decisiones, hace que muchos se vean envueltos en problemas de dinero que no tienen idea cómo aparecieron ni cómo hacerlos desaparecer. Saber diferenciar las deudas te ayudará a decidir y ser más consciente cuando se trata de tus finanzas.
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Son esas que generan estabilidad en tu vida o rentabilidad a tu economía, además algunas pueden llegarse a pagar por sí solas. En términos generales tiene sentido endeudarse para adquirir bienes o servicios que puedan:
Siempre y antes de adquirir una deuda ten presente tu presupuesto y capacidad de pago, así evitarás adquirir deudas que, aunque sean buenas no podrás pagar. De esta forma, podrás evitar que una deuda que inicialmente era buena se convierta en una mala que puede terminar perjudicando tus finanzas.
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Adquirir una deuda buena no significa que sus beneficios están garantizados, por el contrario, tú eres el responsable de que se cumplan los objetivos planeados.
En un artículo para la revista Forbes, una reconocida experta en el área de las finanzas personales, expresó su opinión sobre este tema. Para la especialista,
“Endeudarse no siempre es malo, pero definitivamente no saber elegir tus deudas te puede llevar por caminos que pongan en peligro tu estabilidad financiera, personal y emocional”
Esto significa que no solo es necesario que sepas diferenciar una deuda buena de una mala, sino que también tienes que saberlas elegir. Recuerda que lo que diferencia una deuda buena de una mala es el beneficio que esta puede ofrecerte a largo plazo.
Conoce aquí, cómo planear correctamente un presupuesto. Recuerda que mantener un hábito de pago correcto te ayudará a mantener un buen score de crédito.
Score de crédito ¿qué es y cómo funciona?
Son aquellos gastos que realizas por impulso; bienes o servicios que no necesitas pero si quieres que, al no poderlos pagar de inmediato, decides financiarlos o pedirlos a crédito para irlos pagando poco a poco, sin mirar el interés ni el tiempo que te llevará saldar el total de esta obligación.
También se considera una mala práctica utilizar créditos de consumo que cuenten con plazos que superen la vida útil del producto que compraste, por ejemplo: Pagar unas vacaciones hasta dos años después de haberlas disfrutado, o tener un almuerzo de una hora y diferirlo a 6 meses.
Una deuda mala es aquella que se contrae para satisfacer una necesidad inmediata de la que no sacarás ningún beneficio en el futuro. Un artículo publicado en el diario El Economista define de una forma clara este tipo de deudas. Según el autor, las deudas malas.
“Nos mantienen atados a ir devolviendo una cantidad de dinero en el futuro más sus intereses, sin reportar ningún beneficio aparte del consumo del bien”
Este tipo de deudas en lugar de generarnos rentabilidad pueden ahogarnos durante mucho tiempo y nos hacen perder nuestra libertad financiera. Es por esto que, antes de adquirir una deuda mala, se debe evaluar objetivamente si es absolutamente necesario hacerlo.
Y aunque es normal querer estos “caprichos” o productos no necesarios, la mejor forma de adquirirlos es de contado o utilizando un crédito de corto plazo como los que encuentras en RapiCredit, que puedas pagar a una sola cuota.
Así como una deuda buena podría convertirse en mala por diversas circunstancias, una deuda mala también puede ser utilizada para propósitos que nos beneficien. Aunque no lo creas, mezclar deudas buenas y malas es una buena forma de mejorar tu puntaje crediticio.
Por lo general, los acreedores ven las deudas malas como buenas siempre y cuando se mantenga al día con los pagos. Teniendo en cuenta esto, podemos concluir que en ocasiones adquirir una deuda mala puede resultar beneficioso para tus finanzas.
Finalmente, y como proceso para definir si vale la pena adquirir una nueva deuda, contesta sinceramente las siguientes preguntas que sin duda te ayudarán a decidir.
Si respondes estas preguntas honestamente, podrás discernir si te conviene o no adquirir la deuda, independientemente de que esta sea buena o mala.
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